El sol implacable del desierto de Karakum es un telón de fondo austero para un espectáculo que desafía la comprensión. A kilómetros de cualquier asentamiento significativo, una anomalía incandescente rompe la monotonía del paisaje: el 𝗰𝗿𝗮́𝘁𝗲𝗿 𝗱𝗲 𝗗𝗮𝗿𝘃𝗮𝘇𝗮, conocido localmente
𝗟𝗔 𝗣𝗨𝗘𝗥𝗧𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗜𝗡𝗙𝗜𝗘𝗥𝗡𝗢
